jueves, 25 de febrero de 2010

De A para X ***

(...) Releo tus cartas muchas veces, pero nunca por la noche. Por la noche puede ser peligroso.(...) Y conforme leo, los días que median pasan con el veloz traqueteo de un tren de mercancías. ¿Qué quiero decir con los días que median? Los días que median entre esta vez  y la última vez  que leí esta misma carta. Y entre el día que la escribiste y el día que te detuvierón. Y entre el día en que el funcionario de prisiones la puso en el correo y el día que la leo, sentada en la azotea. Y entre este día, en que tenemos que recordarlo todo, y el día que podamos olvidar porque lo tendremos todo. (...)
Esta mañana fui a Suse a comprar una baraja nueva. Estaba cruzando el mercado, por donde se ponen los puestos de naranjas, y un hombre se para delante de mí y me dice :
Le debo un agradecimiento.
¿Un agradecimiento? ¿Por qué?
(...) Quería ofrecerle un café y enseñarle mi secreto porque creo que me salvó usted la vida.
(...) Tendemos a pensar que los secretos son pequeños, no? Como joyas o como piedras afiladas o navajas que se pueden esconder y guardar en secreto de lo pequeños que son. Pero también hay secretos inmensos, y es precisamente por su inmensidad por lo que permanecen ocultos, menos para quien ha intentado abrazarlos. Esos secretos son promesas.
(...) Te escribo esto muy entrada la noche. Pienso en las cartas que releo por la mañana temprano, cuando los días que median pasan con el veloz  traqueteo de un tren de mercancías; pienso en las cartas mías, que lees en tu celda, y el inmenso secreto que encierran, que es nuestro secreto, tuyo y mío, me hace sonreír.
A.

martes, 23 de febrero de 2010

De A para X * *


El otro día Andrea me preguntó cómo nos conocimos tú y yo. Y se lo conté. Y ahora quiero contártelo a ti, pero si quieres podemos cambiarlo. El pasado es la única cosa de la que no somos prisioneros. Podemos hacer con el pasado lo que nos dé la gana. Lo que no podemos hacer es cambiar sus consecuencias.(...)
A.

lunes, 15 de febrero de 2010

De A para X *


Tengo un amigo, Toni Rueda, que es Técnico de Iluminación. Lleva trabajando con la Luz muchos años. Ha iluminado edificios medievales, iglesias, espectáculos musicales y de danza, teatro...Desde hace tiempo colabora con diferentes museos nacionales y europeos, entre ellos el Reina Sofía. Uno de sus últimos trabajos se ha estrenado en Madrid en La casa Encendida.
Es un proyecto de Isabel Coixet inspirado en un libro epistolar de John Berger, "De A para X ".
La instalación reconstruye en tres dimensiones la historia de A y X,  gracias a la lectura simultánea de las cartas por diez de las más prestigiosas actrices europeas y de la voz del propio John Berger. Los que visiten la instalación recorrerán el laberinto de mallas ideado por Benedetta Tagliabue y sentirán a través de estímulos sonoros y visuales las sensaciones que podría sentir X al leer las cartas de su amada A en su celda de 2x 3 donde estaba recluido.
Yo no he visto la instalación, pero he leído el libro. En él se reproducen las cartas encontradas en la celda vacía de una antigua cárcel. Las cartas van dirigidas a X,  preso político de la celda 73.  A, su amada, le describe en ellas cosas del día a día, y lo hace de tal manera, que te imaginas a X consiguiendo evadirse durante su lectura de ese pequeño espacio en el que tiene que "vivir".  Son cartas llenas de sensaciones, olores, sabores, texturas, colores de dolor y esperanza...
Él escribe en el reverso de las cartas notas políticas, notas reales, datos que en la cárcel cobran otro sentido.
Ella, fuera, escribe vida.
Él, dentro, desmitifica la vida en hechos.
No se pueden identificar los lugares, ni la guerra de la que se habla, pero en cada carta están la ira contenida, la injusticia y todo el dolor que una guerra significa. Y en medio de todo ello  una persona enamorada que consigue que sus palabras destilen vida, amor y esperanza.
Voy a ir publicando pequeños retazos, trocitos del alma de A que manda en cada carta a X.
(....) Qué grande es la diferencia entre la esperanza y la expectación.  Al principio creía que tenía que ver con el tiempo, que la esperanza era aguardar algo más lejano.  Me equivocaba.  La expectación pertenece al cuerpo, mientras que la esperanza es del alma.  Ésa es la diferencia. Las dos conversan, se animan o se consuelan, pero sueñan cosas distintas. Y he aprendido algo más. La expectación del cuerpo puede durar tanto como cualquier esperanza. Como la del mío, pensando en el tuyo.  Expectante.

A.

viernes, 5 de febrero de 2010

Memoria y Sueño

"Somos lo que soñamos ser y ese sueño no es tanto una meta como una energía. Cada día es una crisálida, cada día alumbra una metamorfosis. Caemos, nos levantamos. Cada día la vida empieza de nuevo.
La vida es un acto de resistencia y de re existencia; vivimos, revivimos. Pero todo se sostiene en la memoria. Somos lo que recordamos, la memoria es nuestro hogar nómada.
Como las plantas o las aves emigrantes, los recuerdos tienen la estrategia de la luz. Van hacia adelante, a la manera del remero que se desplaza de espaldas para ver mejor.
Hay un dolor parecido al dolor de muelas, a la pérdida física, y es perder algún recuerdo que queremos. Esas fotos imprescindibles en el álbum de la vida.
Por eso, hay una clase de melancolía que no atrapa, sino que nutre la libertad. En esa melancolía como espuma en las olas, se alzan los sueños."

Manuel Rivas.



Habiamos pasado el día juntos hablando de lo humano y lo divino,pero sobretodo de nosotros, de nuestras vidas y de nuestros recuerdos. A dos de nosotros nos pasaba lo mismo.Teniamos "lagunas" en nuestras memorias y los dos ya habiamos llegado a la conclusión de que no eran malos recuerdos que nuestra memoria habia borrado.No.Lo que habia sucedido es que durante tiempo habiamos vivido sin tener plena consciencia de ello y habiamos llenado lagunas enteras...recuerdos perdidos de lo no vivido conscientemente.
Somos lo que recordamos, lagunas incluidas.Somos lo que soñamos,si ese sueño es una energía en nuestras vidas y no una meta que nos impida vivir de una manera consciente nuestro cada día.